El conejo, una plaga silenciosa que pone en jaque al campo español
Pequeño, escurridizo y a simple vista inofensivo. Pero detrás del conejo silvestre (Oryctolagus cuniculus) se esconde uno de los mayores desafíos actuales para el campo español. Lejos de lo entrañable que pueda parecer, este animal ha pasado en pocos años de formar parte del equilibrio natural a convertirse en una plaga devastadora para los agricultores, amenazando no solo cultivos, sino también la viabilidad de muchas explotaciones familiares.
¿Por qué se reproduce con tanta facilidad?
El conejo silvestre es una de las especies más prolíficas del reino animal. La explicación es biológica:
- Madurez sexual: alcanzan la capacidad de reproducirse a los 4 meses de vida.
- Celo casi continuo: pueden aparearse durante prácticamente todo el año.
- Gestación corta: solo dura unos 30 días.
- Número de crías: entre 4 y 12 por camada, con posibilidad de tener 5 a 7 camadas anuales.
Esto significa que una sola pareja de conejos puede producir más de 50 crías al año. En condiciones ideales —invierno suave, abundancia de alimento, ausencia de depredadores— la explosión demográfica es imparable.
Una plaga que afecta ya a más de 800.000 hectáreas
La noticia publicada por el diario ABC el 2 de junio de 2025 lo confirma: la plaga de conejos ha superado ya las 800.000 hectáreas de cultivos dañados en toda España (ver noticia original).
Regiones como Aragón, Castilla-La Mancha y Andalucía están siendo especialmente golpeadas. Los daños afectan principalmente a:
- Cultivos de cereal (trigo, cebada, avena)
- Viñedos y olivar joven
- Almendros, pistachos y frutales
- Instalaciones de riego, taludes, caminos rurales y vallados
Coste para el agricultor: protegerse o perderlo todo
La lucha contra esta plaga cuesta millones cada año. Algunas de las medidas habituales son:
- Cercados cinegéticos: vallados de malla metálica enterrados, con un coste medio de 7-10 €/metro lineal.
- Repoblaciones de zorros o aves rapaces: sin impacto suficiente a corto plazo.
- Tratamientos repelentes: caros y poco eficaces en largas extensiones.
- Reforestación defensiva: planta no productiva para frenar el acceso a cultivos.
En muchos casos, estas medidas no son viables por su alto coste. La consecuencia: el agricultor debe asumir entre un 15% y un 50% de pérdidas en producción, según la ubicación y la intensidad de la plaga.
Cuando el agricultor se convierte en cazador
La situación es tan grave que muchos agricultores en Aragón han solicitado licencias de caza aunque nunca antes hayan practicado esta actividad. No lo hacen por deporte, sino por necesidad. El Gobierno de Aragón ha habilitado mecanismos para autorizar controles cinegéticos urgentes incluso en épocas fuera de la veda.
En nuestra zona, cada vez más agricultores se ven obligados a usar escopetas y permisos legales para defender su medio de vida.
La caza responsable: una herramienta de futuro
La caza, entendida como herramienta de gestión y no como actividad recreativa, es parte de la solución. Permite mantener las poblaciones dentro de niveles sostenibles y evita desequilibrios ecológicos que afectan a todo el sistema.
No hablamos de exterminar ni de practicar caza indiscriminada. Hablamos de control regulado, ético y planificado, que permita:
- Evitar daños a cultivos y pastos
- Proteger infraestructuras rurales
- Reducir conflictos entre fauna salvaje y producción agraria
- Preservar otras especies más sensibles y sus hábitats
Un compromiso de todos
La sobrepoblación del conejo no es solo un problema del cazador ni del agricultor. Es una cuestión de equilibrio territorial y sostenibilidad. Debemos asumir que sin gestión, no hay futuro para el campo.
Desde el mundo rural, pedimos que se respete y se entienda la función de la caza responsable. Porque sin ella, la agricultura se muere. Y con ella, nuestros pueblos.
La naturaleza no se equilibra sola: necesita decisiones valientes, apoyo técnico y voluntad política. Y necesita también que escuchemos a quienes viven de y para el campo.
📎 Referencia clave: artículo de ABC sobre la plaga de conejos en España
Este artículo toma como punto de partida el reportaje publicado por el diario ABC el 2 de junio de 2025, titulado “La plaga de conejos ya afecta a 800.000 hectáreas de cultivo”.
En él, se expone con claridad cómo esta situación, lejos de ser un problema aislado o anecdótico, ha escalado hasta convertirse en una emergencia nacional. Los testimonios de agricultores, las cifras oficiales y la llamada de atención al Ministerio de Agricultura reflejan una realidad que quienes vivimos en el campo ya conocíamos de cerca.
Tal y como recoge ABC, esta plaga no solo ha destrozado cultivos en regiones como Aragón, Castilla-La Mancha, Extremadura o Andalucía, sino que también ha obligado a miles de agricultores a replantearse su papel: pasando de productores a gestores del equilibrio ecológico en sus tierras.
Desde este blog, recomendamos la lectura completa del artículo original de ABC para ampliar la visión general del problema: