Cargas de CO2: Recarga Eficiente para Armas de Aire Comprimido

Existen principalmente dos tipos de cargas de CO₂ utilizadas en pistolas y rifles de aire comprimido:

Cargas de CO₂ de 12 gramos: Son las más comunes y utilizadas en pistolas de CO₂, revólveres y algunos rifles. Se insertan en el compartimento de la pistola y permiten realizar entre 40 y 80 disparos, dependiendo del modelo y las condiciones de uso.
Cargas de CO₂ de 88 gramos o 90 gramos: Son cartuchos más grandes, diseñados para rifles de aire comprimido y marcadoras de paintball. Pueden proporcionar hasta 250 disparos con una sola carga.
Algunos modelos de armas utilizan adaptadores para permitir el uso de cargas de diferentes tamaños, dependiendo de la autonomía requerida.

La duración de una carga de CO₂ depende de varios factores, como el modelo de la pistola, el tipo de válvula y la temperatura ambiente. En promedio:

Cápsulas de 12 gramos: Permiten entre 40 y 80 disparos, aunque pistolas con blowback (retroceso realista) consumen más gas y reducen la cantidad de disparos por carga.
Cápsulas de 88-90 gramos: Su duración puede variar entre 200 y 250 disparos, dependiendo de la potencia del arma y el sistema de válvula.
Es importante no dejar una carga de CO₂ instalada durante largos períodos, ya que puede deteriorar los sellos internos del arma.

Las cargas de CO₂ están fabricadas en acero sellado a alta presión, con un contenido de dióxido de carbono líquido y comprimido en su interior.

Cada cápsula es de un solo uso, por lo que no pueden recargarse ni reutilizarse. Al perforar la cápsula dentro del arma, el gas se libera progresivamente hasta agotarse. Para su fabricación, se emplean procesos de sellado hermético y pruebas de presión para garantizar la seguridad del usuario.

Para una eliminación responsable, es recomendable reciclar las cápsulas vacías como chatarra metálica en un punto de recogida adecuado.

El CO₂ es un gas a alta presión, por lo que es importante seguir estas precauciones al manipular las cargas:

No exponerlas a temperaturas extremas: El calor excesivo puede aumentar la presión interna y provocar fugas o incluso la explosión de la cápsula.
No perforarlas fuera del arma: Las cápsulas están diseñadas para liberar el gas de forma controlada dentro del arma. Perforarlas con otros métodos puede ser peligroso.
No inhalar el gas: El CO₂ desplazará el oxígeno si se libera en un espacio cerrado, lo que puede causar asfixia en ambientes sin ventilación.
No almacenarlas en lugares húmedos: La humedad puede causar corrosión en la cápsula, debilitando su estructura y generando riesgos al usarlas.
Sustituir los sellos del arma periódicamente: Mantener en buen estado los sellos de goma del arma evitará fugas de gas y prolongará su vida útil.
Siguiendo estas recomendaciones, las cargas de CO₂ son una fuente de energía segura y eficiente para pistolas y rifles de aire comprimido.